Pareciera que existe un abismo infranqueable entre el mundo material y el mundo espiritual. Día a día, pero sobre todo en estas fechas, debemos enfrentar y resolver a nuestra manera, conflictos entre mantener nuestras creencias espirituales o resolver nuestras necesidades físicas.
¿Le digo a mi jefe la verdad, o le digo lo que quiere oír?; ¿Transfiero los ahorros a mis clientes, o los reporto como ganancia para mi compañía?; ¿Aviso del problema de calidad o espero que no se den cuenta? … todos, en un momento u otros deberemos tomar decisiones de este tipo.
Y claro lo mas común es que recurramos a la infinita misericordia de Dios, y hagamos lo que nos conviene en ese momento: “Diosito perdóname, pero necesito este trabajo para pagar la renta ...”
¿En verdad son tan irreconciliables las enseñanzas de Jesús y nuestro mundo laboral actual? … la verdad es que no. Simplemente, hemos cedido por completo a las presiones en constante crecimiento del mundo material, y ni nos importa ni hacemos tiempo para aprender lo que Jesús vino a enseñarnos. Resulta mucho mas importante aprender a usar el celular, que estudiar los principios básicos del verdadero Cristiano. Además, todo eso parece un mumbo-jumbo que solo nos limita y nos hace vulnerables a los ataques de todo el mundo. Pareciera que Kierkegaard tenía razón después de todo, ser un buen Cristiano resulta imposible para la gente de clase media …
Tan solo hablemos del principio de su misión: Jesús es el hijo unigénito de Dios y gozaba de una buena posición entre Los Ángeles (Arcángel Miguel). Cuando tomó la responsabilidad, de venir a nuestro rescate no puso condiciones ni negoció los términos de su contrato. El pudo haber dicho: “voy, pero necesito una legión de los mejores y mas poderosos ángeles para lograr mi misión, y una cuenta con fondos ilimitados para negociar tranquilamente todo lo que resulte necesario”
Personalmente, me parece que esto es aplicable a la gran mayoría de las empresas. Por lo menos, este es un lamento que escucho frecuentemente de grupos directivos… “es que no nos dan la gente y recursos que necesitamos” …
La Biblia nos cuenta que realizó su misión en las peores condiciones posibles. Y que hasta su último aliento (literalmente) se ocupó de su mercado meta. Muchos Directores y Gerentes harían bien en estudiar los métodos de Jesús: “Felices so los que reconocen sus necesidades espirituales, porque el Reino de los cielos es de ellos” (Mateo 5:3)
Probablemente, sea un buen momento para buscar y desempolvar la Biblia que tenemos en algún lado de la casa y darle una buena leída por lo menos a los Evangelios (palabra que por cierto significa “Buenas Noticias”) Las enseñanzas de Jesús están ahí, esperando ser re-descubiertas para ayudarnos en nuestra vida diaria, sea la que sea.
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