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Foto del escritorGabriel Lopez Limon

La GRAN RESTRICCIÓN



En los años 80s, el Dr. Eliyahu Goldratt sacudió al mundo industrial con un consejo muy básico: “dejen de buscar eficiencias por todos lados, enfóquense en mejorar el desempeño de la Restricción”. De golpe, sistemas productivos que eran muertos vivientes, no solo resucitaron, sino que se convirtieron en ejemplos de productividad y eficiencia.


Hace 2,024 años, otra persona sacudió al mundo con un consejo muy parecido: “Por lo tanto, sigan buscando primero el Reino y la justicia de Dios, y entonces recibirán también todas esas cosas” (Mateo 6:33) Según nos cuenta la Biblia, este cosejo también vino acompañado de resucitaciones y otros milagros.


Claramente, independientemente de nuestras creencias o visión del mundo, aquí podemos ver un patrón y deducir un principio que de muchas maneras todos lo hemos experimentado en carne propia: Intentar hacer todo resulta en pocos resultados y el desperdicio de muchos recursos.


Enfocarse en pocas cosas pareciera muy razonable. El problema es que el mundo no pareciera seguir esa misma regla. Cada vez que nos queremos concentrar en algo, surgen un montón de distracciones que terminan por desenfocarnos y sacarnos de nuestros mas firmes propósitos.


Para estos casos, Goldratt nos dió un consejo muy poderoso: “si al enfocarte en una restricción, el Sistema no puede mantener el paso, es que no estás trabajando en la verdadera Restricción”


En otras palabras, si tus esfuerzos por enfocarte en un tema son infructuosos, este es normalmente un indicador de que no estás atendiendo el verdadero tema de fondo.


Claro, también es posible que la solución aplicada sea insuficiente o inapropiada. Pero si después de varios intentos, el desenfoque final se repite, es que has estado jugando al Tío Lolo (haciéndote loco tu solo)


Normalmente, enfrentar la verdadera Restricción implicará salir de nuestra zona de comodidad (“confort zone”) y sentirnos torpes y lentos por un cierto periodo. Esto es natural, ya que estaremos haciendo y sintiendo cosas nuevas. Es necesario romper esa barrera inicial para lograr los primeros resultados positivos y crear un nuevo modo de hacer las mismas cosas que antes lográbamos de otra manera.


Lo interesante es que a pesar de regresar una y otra vez a situaciones problemáticas conocidas (nuestros problemas de siempre), insistimos en poner solución a todo menos a la verdadera Restricción, lo cual nos garantiza que volveremos a encontrar en el futuro una nueva versión de los mismos problemas.


¿no será hora de dejar de malgastar tiempo y recursos en soluciones inadecuadas y empezar a tomar en serio el consejo de Jesús? ...






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