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Foto del escritorGabriel Lopez Limon

"De Buenas Intenciones y Tragones, están llenos los panteones"



Estamos en la época de los buenos deseos, los abrazos y las buenas intenciones. El corazón toma por unos días la posición de mando y dejamos por unos días nuestro instinto de supervivencia a un lado. Lo que pasó ya pasó, y ahora tenemos la oportunidad de iniciar un mejor futuro, así que ¡venga!, soñemos en lo que podría ser.


Lamentablemente, las decoraciones suelen durar mas tiempo puestas que nuestras intenciones aguantar la realidad del día con día. Y no es que no queramos todas esas cosas. En verdad las deseamos y quisieramos cumplirlas todas y cada una de ellas, PERO es que la vida no nos da tregua. El día a día es inmisericorde y si no nos ponemos las pilas, todo mundo nos pasa por arriba. Así es que bueno, no nos queda otro remedio que posponer nuestras buenas intenciones y la paz mundial un poco mas en lo que sobrevivimos y ponemos orden en nuestra vida ... lo cual intentaremos a lo largo del año siguiente ...


Año tras año repetimos esta danza. Probablemente sea un buen momento para incluir en nuestras buenas intenciones, hacer algo diferente esta vez, acompañar nuestros buenos deseos de un PLAN MAESTRO DE EJECUCIÓN.


El procedimiento es muy simple y puede ser divertido si lo hacemos con otras personas. Aqui va la receta:


1.- Genera tu lista de buenos deseos. Solo que esta vez pon cada deseo en un post-it diferente.


2.- Ordena tus deseos en secuencia lógica de necesidad. Pon una flecha uniendolos. El inicio de la flecha en el que necesitas y el final de la flecha lo que podrás lograr, de manera que leas cada flecha: "necesito bla-bla-bla, para lograr bla-bla-bla"


¡Eso es todo! Si haces esto con todos y cada uno de tus deseos, al final tendrás un PLAN MAESTRO DE EJECUCIÓN.


¡Por supuesto! ¡La vida te llevará por caminos distintos a tu plan! Aún no tenemos, a pesar de los millones de millones que se han invertido en el tema, una manera confiable de pronosticar el futuro, por lo cual seguirá siendo inevitable improvisar soluciones a lo largo de la ejecución de nuestro plan.


La gran diferencia estriba en que una cosa es improvisar DENTRO DE UN PLAN, y otra, es ¡IMPROVISAR EL PLAN!



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